Cuerdas compositoras del multiverso

30.07.2016 20:07

Cuerdas compositoras del multiverso

 

Raúl Prada Alcoreza

 

 

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Índice:

 

De los cuerpos y sus tejidos                           

Nadie sabe lo que pude el cuerpo                   

Ritmos corporales                                           

Sincronización integral                                    

Andamios provisorios

Senderos especulativos                                   

Dimensiones enrolladas del pluriverso           

Las cuerdas y las sinfonías del multiverso              

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

De los cuerpos y sus tejidos

 

 

 

 

Este capítulo De los cuerpos y sus tejidos, del ensayo Dinámicas corporales y sociales, se busca desentrañar, por lo menos interpretativamente, la matriz de las relaciones sociales, que se encuentra precisamente en la dinámica de los cuerpos. Es como pensar las relaciones sociales, sus estructuras e instituciones, no desde la sociología y las ciencias sociales, sino desde los cuerpos mismos; sus manifestaciones, sus funcionamientos, sus percepciones y acciones. Por decirlo, de una manera conocida, aunque no del todo, por no llevar las consecuencias de lo que se dice al extremo: Pensar las relaciones sociales desde una materialidad y energética, desde unas dinámicas, que están más acá y más allá de las relaciones sociales institucionales.

 

Para comenzar a hacerlo, recurriremos a un poema, que expresa experiencias corporales, como las relacionadas a la danza. Hemos escogido uno. Lo hacemos porque la poesía está más cerca en la configuración y refiguración de las memorias del cuerpo, evocadas en poemas. Obviamente la otra fuente, entre un conjunto de fuentes, quizás ya conocidas, son la experiencia y la memoria social, además de los aprendizajes activistas. Comenzamos con el poema, que dedica su explosión metafórica al cuerpo danzante; se trata de la danza del vientre.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nadie sabe lo que pude el cuerpo

 

 

 

Dedicado a Sonia, bailarina de la danza del vientre

 

 

Nadie sabe de la potencia del cuerpo

Tesis como de energía equivalente a materia

Del gran pensador inmanentista

Célebre contra-filósofo panteísta

Perseguido por religiones trascendentales

Teórico judío-ibérico 

Como son los sefarditas

 

Pesadilla de filosofías dialécticas

Teorías superadoras imaginarias

Como toda ideología ensimismada

De contradicciones efectivas

Cuando las reducen a conceptos opuestos

En amortiguada colisión abstracta

Como si se tratara de guerra de fantasmas

Doctrinas estatales afanadas en desterrar

Persiguiendo inquisición perdurable descontar

Al hereje iconoclasta y ácrata

 

Spinoza aguijón clavada en cabeza de filosofía

Pensador que puso en su sitio al cuerpo

Colocándolo como núcleo de percepción

Espesor vital de ecologías vigorosas

Lazo carnal de seres con Dios

Entendido como inmanencia infinita

Notas de cuerdas creadoras de energía

Y topologías diversas de materia

Habita nuestros inquietos huesos

Luminoso marfil ensueño de luna

Coagulado en esqueleto alado

En nuestra memoria sensible

En nuestras células, moléculas y átomos

En ínfimas partículas componentes de la paradoja

 

Lo indivisible dividido

Como fragmentación imposible

De punto geométrico inventado

Sin que el hombre moderno pueda imaginarlo

Quebrantado en partículas asociadas

Cada vez más mínimas

Hasta llegar a la nada creadora

 

Baruch Espinoza

Puñal clavado en el corazón de la metafísica

Abriéndole herida mortal

Dejándola sin pulso, sin argumentos

Reencontró la creación en espesura corporal

Como plasmación estética factual

Sabiduría en morfología somática

Secreto de la vida en el organismo

 

Nadie sabe la potencia del cuerpo

Como nadie sabe de la voluntad

Queriendo abarcar la inmensidad

Recorrida por las vibraciones

De las fundamentales cuerdas

 

Cuando te veo danzar

En momento arrojado al azar

Corroboro las tesis de Spinoza

En la elocuencia melódica de tus contorciones

Manejo sinfónico de vibraciones

De tu complexión musical

Como canción encantada artesanal

Como corpórea sinfonía actual

Escudriñando bóveda abismal

 

Haciendo de cada músculo una tecla de piano

O soplo melancólico de acordeón

Cuyos mensajes sabios se clavan como arpón

Ocasionando tonos de melodía somática

Composición poética narrada por oráculos

En fluidos códigos anatómicos

Pronunciados en ondulación

Como rebalse de aluvión

 

Movimientos rítmicos

Como memoria repetida de ecos

Seduciendo a miradas escrutadoras

Como topos constructores de socavones

 

Deseos de dioses mitológicos

Plurales imágenes de la Divinidad

Pretendiendo transparencia y claridad

Idea absoluta, pasión de ensueño

Estallido intrépido de comienzo sin origen

Como recurrentes recomienzos que rugen

Dios concebido como unidad

Metáfora convertida en concepto

Como si el absoluto fantasma fuese creatividad

Indiscutible certeza y verdad

Nombrado por religiones trascendentales

Como omnipresente Providencia

A la que el silencio de Buda no nombra

 

No importa el nombre ni el concepto

No importa si las culturas

Persisten concibiendo al patriarca primordial

Como único hermafrodita fenomenal

 

Ansiedad y esperanza

De demanda otoñal

En eterna despedida crepuscular

Anunciando amenazadoramente

Señalado horizonte de apocalipsis

Condena de castigo y antítesis

 

Sagrada imaginación habitual

Muy lejos del imaginario radical

Del subversivo acontecimiento

Exento de toda culpa y resentimiento

 

Importa comprender

El estallido creador

Venciendo a la nada

Derrotando a lo imposible

 

Idea de Dios panteísta

Voluntad enardecida

Deseo desbordado

Afecto rebelde

Contra la quietud

El silencio

La inexistencia

Explosión inicial 

Creadora aleatoria

De ignotos universos

 

No importa el código

Tampoco la representación

Como vaciado armazón

Donde se guarda lo que se quiere

 

Importa intuición absorbente

Conspicuo saber perceptual

Más acá y más allá de lo intelectual

Comprensión inmediata

De travieso avatar

Diseminándose como curvatura pasional

En sincronización mutante e inactual

Del espacio-tiempo proferido

 

Grito compuesto

Como aullidos de lobo

A la luna preñada por luces blancas

Fugitivas intensidades galopantes

Estampida de unicornios alados

Exploradores aventureros desaparecidos

En supuesto vacío de la oscuridad

Que es materia de absoluta versatilidad

Tumultuosos rebaños de pasiones

Inscribiendo en el paisaje

Nomadismo liso, flexible, lúbrico

Deslizándose como invención territorial

En rondas de danza ritual

 

Cuando veo tu cuerpo danzar

Tallando en atmósfera códigos anatómicos

Melodía voluptuosa ancestral

Como recitación de poema carnal

Efluvio de deseos vaporosos

Emanaciones climáticas de contextura estética

Sonata de compases sensuales

Notas ondulantes del pentagrama musical

Encanto femenino transmitido por milenios

 

Tus caderas ondulan fecundando el entorno

Percusión irradiante de erotismo

Al ritmo de flujo y reflujo

De cimbreantes olas bailarinas 

Hechizadas por la luna vestida de plata

Dibujando ritmo pausado y serpenteante

Del desnudo noctambulo desierto

 

Tus caderas fértiles

También se adelantan y retroceden

Empujando a imaginación al desvarío

Mientras tus piernas se mueven dibujando círculos

En el suelo aplanado por las plantas delicadas

De tus pies desnudos

Narrando en el tablado historias interminables

De amor y de muerte

De vida y de pasión

 

Tu vientre oscila, agitándose

Tempestades minuciosas recorriendo la piel

Al son del bolero de Maurice Ravel

Textura candorosa acariciada por sueños delirantes

Conmoviéndose ante invasión de timbales

Percusión aguda rítmica insinuante

Transgresores de tu existencia expuesta

 

Tus senos se mueven alusivos

Al compás de música árabe

Acompañando a fluctuante vibración del cuerpo

Mientras manos y brazos aletean lentamente

Alzando vuelo como cóndores custodios

De la cordillera errante

 

Ahora comprendo

Somos como flores de primavera

Consagración alegre de partículas viajeras

Invención proliferante, juego heracliteano

Travesura cosmológica de Tunupa

Amarrado a balsa de totora hundida en río

Conector de lagos sagrados

Hasta encontrarse en profundidades de la mancapacha

Como hundimiento al núcleo que deshilacha

Con hierro fundido de gravitación terrestre

Expulsado como lava volcánica

Arañando la piel del cielo en acto de amor

Arrancando gemido y clamor

Antes de caer como lluvia encendida

Abrazando, besando, diluyéndose

En la piel, en las intimidades del planeta

 

He aprendido de ti mujer danzante

La poesía escrita en códigos corporales

Pensamiento apasionado seductor de seres

Trovadores románticos en diseminación del cosmos

Como agonía acompañada de anhelantes besos

En disolución de la materia

 

Danza gitana migrante del desierto

Danza de fecundidad dejando aposentar

Delicada acuarela selenita

En vientre erótico convulsionando

Densa atmósfera nocturna

Con movimientos demandantes

De caricias dilatadas y suaves

Atrayendo a lluvia de semillas

Enterrándose en intimidad de ciclos vitales

 

Cadenciosa eterna bailarina

Pasión desbordada en flujos de energía

Irradiando ondas seductoras

Atravesando percepciones asombradas

Destrozando certezas, vulnerando costumbres

Desatando tormentas en cuerpos enardecidos

Dispuestos a invadir territorios fulgurantes

De tu fragancia incandescente

 

Las sociedades antiguas conocían más del cuerpo

La modernidad pretensiosa enterró sabidurías elaboradas

En contemplación y con asombro

En meditación y con experiencia sensual

Modernidad pretensiosa y hedonista

Convirtió amor en irrupción provisional

En placer y goce virtual

Acometimiento violento y gestual

Fugaz, desesperado

Derrotado en premura del comercio

 

Por eso danzante ondulante

Amo la memoria de tus pasos

Remembranza erótica de tus caderas orbitando

Alrededor del eje radiante de tu sexo

Sol húmedo, gravitación milagrosa

Del comienzo eterno de la vida

Armoniosa intensidad placentera

Imaginación radical del origen

Estallido inaugural sin margen

 

Las danzas han mutado

Nos dejaron la huella de su génesis

Como eterno nacimiento en éxtasis

Mitología ceremonial y ritual

Hermenéutica corporal

Interpretando fuerzas creadoras del caos

Genial inventor alquimista del cosmos

Sebastiano Monada

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Potencia del cuerpo

 

Nadie sabe lo que puede el cuerpo es un enunciado de Baruch Spinoza. Comenzamos por aquí. Por más difícil que sea creer en el enunciado, el cuerpo desborda al sujeto; es anterior, incluso posterior.  No solamente el cadáver que queda, hasta convertirse en esqueleto, corrobora lo que decimos, sino también la filogénesis. En el genoma queda indefinidamente la información del cuerpo. Es más, no hay sujeto sin el cuerpo, sin el funcionamiento y las dinámicas del cuerpo; el sujeto es como un efecto del cuerpo.

 

La pregunta que vamos a hacernos es la siguiente: ¿Qué hace el cuerpo o qué hacen los cuerpos para que se den relaciones sociales? En primer lugar, toda la memoria sensible, todo el aparato perceptual, que incluye a la imaginación y la razón integradas al cuerpo, permite la comunicación, la codificación, la decodificación; por lo tanto, la interpretación, el lenguaje, que son las condiciones de posibilidad bio-sociales de las relaciones sociales, de las estructuras e instituciones sociales.

 

En segundo lugar, la energía humana está contenida en los cuerpos; emerge de los cuerpos, dando lugar a prácticas, acciones, que constituyen la materialidad misma de las relaciones sociales. En tercer lugar, son los cuerpos los que se reproducen como especie, para decirlo en los términos acostumbrados. No son ni las instituciones, ni las estructuras, ni las relaciones; la reproducción humana, es la condición de posibilidad bio-social para que los seres humanos vuelvan a establecer relaciones, sostengan y mantengan las estructuras y las instituciones, incluso las modifiquen y las transformen. 

 

En cuarto lugar, las asociaciones corporales, sus composiciones y combinaciones singulares, ocasionan efectos de masa, que son los efectos sociales, que, ciertamente, no controlan individualmente. Aunque tampoco controlan las instituciones. Pueden éstas inducir y controlar parte de los efectos, pero no todos.

 

En consecuencia, se conforman corporeidades sociales, las llamadas sociedades, que no están controladas por las instituciones en toda su desbordante cobertura. Ahora bien, cuando hablamos de esta manera, nombrando sociedad y sociedades, lo hacemos, considerando sus espesores corporales y territoriales; es decir, ecológicos. Podemos sugerir que hablemos de eco-sociedades, para no confundirnos con el concepto sociológico abstracto de sociedad.

 

Las eco-sociedades también establecen relaciones, más complejas, por cierto, que las relaciones sociales ente individuos. Al hacerlo, no solamente despliegan relaciones conocidas, para hablar en general, como las de intercambio; sino que también sus territorialidades, sus ecosistemas, establecen relaciones, circuitos y recorridos. Por ejemplo, entre muchos ejemplos, nos referimos a la transferencia de minerales, petróleo, gas, bienes, productos. Se puede decir que las instituciones, las mallas institucionales, controlan en parte estas transferencias.  Sin embargo, también se dan lugar relaciones no controladas definitivamente por los humanos; incluso estas relaciones los anteceden. Se trata de relaciones de corrientes climáticas, de composiciones ecológicas, situándonos en sus territorialidades y ecosistemas; aunque, ciertamente, tenemos que concebirlas integralmente, si se quiere, como totalidad planetaria, de la biodiversidad.

 

En quinto lugar, lo que no quiere decir nada respecto a ninguna jerarquía; mas bien, puede ser al contrario, la más importante, si consideráramos un criterio jerárquico. El cuerpo mayúsculo, integral, complejo y simultáneo, es el planeta mismo, con toda su composición ecológica y geológica. En consecuencia, aunque parezca perogrullo, a las consecuencias masivas de primer nivel, las que ocasionan las practicas individuales en la sociedad; a las consecuencias masivas de segundo nivel, las que ocasionan las sociedades en el mundo; se añaden las consecuencias masivas de tercer nivel, las que ocasionan, en conjunto, la sociedad global, la sociedad-mundo, en el cuerpo del planeta.

 

Al comprender la íntima articulación, integración y concomitancia complementaria de todos los niveles de consecuencias masivas, los efectos en el planeta, repercuten en la sociedad-mundo; los efectos en la sociedad-mundo, que conllevan los efectos en el planeta, repercuten en las sociedades, que al acumular los efectos anteriores, los conllevan, repercuten en los individuos, miembros sociales de las sociedades mismas. Todo esto repercute en la reproducción humana.

 

Sabemos que esta tesis se parece o es equivalente a una tesis ecológica enunciada antes: el vuelo de una mariposa en Río de Janeiro puede ocasionar tormentas en Tokio. Se denominó este enunciado como el efecto mariposa. Esto es cierto, son enunciados parecido y hasta equivalentes; empero, la diferencia radica en que todavía el enunciado ecológico mencionado, en aquél entonces, cuando se lo evocó, todavía es concebido en el plano de intensidad de un fenómeno o de su fenomenología, si se quiere, climática. No se enuncia todavía desde los múltiples planos y espesores de intensidad, que integran el planeta, con toda su complejidad. No descartamos, de ninguna manera, aquél enunciado; sino, que convertimos el enunciado en un enunciado complejo, que se mueve en la consideración de todos los planos y espesores de intensidad, involucrados en la simultaneidad dinámica integral del planeta.

 

En consecuencia, las relaciones sociales, las relaciones entre sociedades, las relaciones en la sociedad-mundo, no pueden considerarse solamente en sus ámbitos definidos, ni siquiera en la sumatoria de sus ámbitos; sino que debemos considerarlas como eco-relaciones. Pues, los sustentos materiales, por así decirlo, que sostienen todas estas relaciones son los cuerpos, los cuerpos individuales, las corporeidades sociales, el cuerpo planetario; es decir, los cuerpos en todas sus formas ecológicas

 

Si las ciencias modernas han considerado los ámbitos definidos de relaciones, que citamos, es por metodología analítica y por abstracción. Sin embargo, esta actitud, que fue útil, en una etapa de la modernidad, ha dejado de serlo, hace un buen tiempo. Ya no es adecuada ni correcta. Pues es indispensable comprender la complejidad integral de todas las relaciones eco-sociales.

 

Desde esta perspectiva, que llamamos de la complejidad, se puede ver que ya, desde hace un buen tiempo, los comportamientos sociales institucionalizados, en todos sus niveles, resultan, si se quiere, irracionales, desencadenando efectos negativos en el planeta, en la sociedad-mundo, en las sociedades y en contingentes mayoritarios de las poblaciones, en todas las sociedades. A tal punto, que la sobrevivencia de la propia humanidad está en peligro.

 

 

Nadie sabe lo que puede el cuerpo, el poema, recupera la tesis panteísta de Spinoza; en ese contexto, también recupera la tesis sobre el cuerpo. Puede expresar, a través de metáforas, que son experiencias sensuales convertidas en figuras y configuraciones, que son estallidos exaltados de órganos del cuerpo, convertidos en alegorías, gracias a la observación de un bello cuerpo danzante.

 

Se lee la danza desde la concepción panteísta y desde el enunciado sobre el cuerpo, considerando su potencia. Se vuelve a Spinoza, después de haber aprendido la lección desentrañada por los códigos móviles y ondulantes del cuerpo, por las composiciones narrativas de la danza, que escribe sobre el suelo, a través de inscripciones de pasos, señales y símbolos de los pies desnudos. Se interpreta la trama tejida por las orbitales caderas, que generan un remolino en la atmósfera del entorno.

 

Se trata entonces de conceptos inmanentistas e intuiciones corporales. Ambas experiencias enseñan, se complementan, se entrelazan, haciendo comprender que la matriz de todo es la vida; que la vida se regenera a través de los cuerpos, de la fecundidad y fertilidad de los cuerpos.  

 

Este aprendizaje nos va a servir para proponer hipótesis interpretativas sobre eco-sociedades, buscando su comprensión, desde la perspectiva de la complejidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hipótesis interpretativas de eco-sociedades

 

1.   Las que denominamos eco-sociedades, articulan e integran múltiples espesores de intensidad, espesores y planos de intensidad de cuerpos y corporeidades. Al hacerlo, conforman complejidades dinámicas, que hacen a la vida en toda su complejidad; vida que no puede ser pensada a partir de identificadas formas de vida, aisladas, analíticamente, para estudiarlas; como hizo la ciencia moderna. Sino que pueden ser comprendidas, mas bien, desde su integración de planos y espesores a la simultaneidad dinámica de la complejidad, sinónimo de realidad.

 

2.   Desde esta perspectiva, las teorías del capitalismo no explican, ni pueden hacerlo, a las eco-sociedades, aunque hayan pretendido explicar las sociedades, como campos sociales; es decir, campos abstractos, recortados a la complejidad, y aislados, como si fueran autónomos, para estudiarlos en ese aislamiento, que es otra disecación botánica.

 

 

3.   Al contrario, las mismas teorías sobre el capitalismo, mas bien, pueden ser explicadas e interpretadas, en su momento, en su periodo, a partir de la dinámica de la complejidad de las llamadas eco-sociedades. Se trata de formaciones discursivas, conformantes de la “ideología”. Imaginario elaborado, que se basa en la conjetura de la determinación económica; esté sugerida mecánicamente o de manera matizada. Esta “ideología” economicista, se explica a partir de operaciones desplegadas por el sistema-mundo capitalista, para reducir la complejidad; empero, reducirla a tal punto, que se vuelve una abstracción, una ficción teórica, que ha perdido los vínculos con las dinámicas de la realidad efectiva.

 

4.   Esta ficción teórica puede dar respuestas útiles, en un principio, en una etapa inicial; en la medida que las relaciones de las llamadas sociedades modernas, todavía no han hecho visibles los planos y espesores de intensidad de la complejidad dinámica de las llamadas eco-sociedades. Cuando esto ocurre, las teorías mencionadas, muestran sus límites y quedan obsoletas; incluso operativamente, para reducir la complejidad.

 

 

5.   Lo que llama la atención, y lo hemos dicho varias veces, es que se persista en las teorías anacrónicas, como si fuesen verdades indiscutibles, obstaculizando el conocimiento y, sobre todo, impidiendo resolver problemas. Parece que se lo hace porque las teorías se han convertido en fetiches, en un trámite expansivo de la fetichización generalizada.

 

6.   Entonces, a partir de la perspectiva de la complejidad, también podemos explicar este anacronismo “ideológico”. La malla institucional también se ha vuelto anacrónica; apunta a preservarse, a pesar de las contrastaciones de la realidad. Prefiere imponer su verdad, acostumbrada a imponer, desde el Estado, leyes, instituciones y políticas, no consultadas socialmente. Confunde el Estado, la relación con los ecosistemas como si fuesen relaciones entre Estado y sociedad. Además reduce la relación entre Estado y sociedad a la relación del Estado con la sociedad institucionalizada; es decir, con la sociedad domesticada, no con la sociedad efectiva. Ambas reducciones, redundan en un extravío, no solo epistemológico, consecuentemente extravío “ideológico”, sino en un extravío institucional y, también, civilizatorio. No deja de llamar la atención que esto se haga, se persista en esto, cuando ya incluso, queda claro, por las evidencias constatadas, que se pone en peligro la vida misma, la sobrevivencia de la humanidad.

 

 

7.   En consecuencia, podemos sugerir una hipótesis genealógica de las relaciones sociales. Las relaciones sociales, en la medida que se afincan en instituciones, sobre todo, en instituciones que no cambian, que se fetichizan, que son convertidas en eternas, en la malla institucional del orden del mundo, concebido como el fin de la historia, se osifican. En vez de potenciar a las sociedades y a sus miembros, lo que seguramente hicieron a un principio, terminan des-potenciando, despojando y desposeyendo a las eco-sociedades y a sus componentes, en todas sus escalas. 

 

8.   Los lazos relacionales socialmente se convierten en sogas destructivas, afectando cohesiones, comunidades, individualidades. A estos desenvolvimientos destructivos los hemos llamado la decadencia

 

 

9.   Estamos ante sociedades institucionalizadas, que sostienen estados anacrónicos, las instituciones imaginarias de la sociedad; a su vez, sostenidas, por la materialidad institucional de las mallas orgánicas de estas instituciones. Estas sociedades institucionales se oponen a la parte de la sociedad vital, que hemos llamado sociedad alterativa, que es capaz de diseminar las mallas institucionales anacrónicas y crear otras instituciones. Las sociedades institucionales, con el apoyo del Estado, se oponen a las sociedades alterativas, catalogándolas de caos, de ilegitimas, de premodernas; incluso, se pueden llegar a clasificarlas de bárbaras.

 

10.       Estamos ante sociedades modernas globalizadas en el sistema-mundo capitalista, el sistema-mundo cultural, el sistema-mundo político, que tienen la habilidad - si se quiere, utilizando un término inadecuado, metafóricamente, para ilustrar - de la retórica instrumental, de la simulación comunicacional, incluso de la absorción de otros discursos, generando poses de cumplimiento de reivindicaciones; cuando, lo que se hace, en la práctica, es montar un juego de espejos, quitándole protagonismo a la crítica y a los movimientos sociales anti-sistémicos.

 

 

11.       En estas condiciones, habiendo mencionado solo dos, en un conjunto mayor de caracterizaciones desalentadoras de las sociedades modernas, la tendencia, que parece preponderante, por lo menos, en periodos intermitentes e importantes, es el conformismo generalizado.

 

12.       En otras palabras, estas sociedades institucionalizadas, sus estrategias, estructuras y diagramas de poder, apoyadas por el fabuloso aparato del Estado, parece, que no solamente sostienen la decadencia, sino la reproducen ampliándola. Lo peor, parece, que apuestan, inconscientemente, como si un instinto tanático las motivara, a su propia destrucción.

 

 

13.       Si hoy seguimos escuchando discursos de estas formaciones discursivas economicistas, se reclamen técnicas, que es la manera de expresarse de la “ideología”, en su manifestación conservadora; o si se reclamen justicieras y socialistas, que es la manera de expresarse progresista de esta “ideología”; es porque, a pesar de las contrastaciones de la realidad, el conformismo generalizado se ha convertido en el gran oído pasivo de estos anacronismos discursivos.

 

14.       Conservadores y progresistas, a pesar de considerarse enemigos irreconciliables, no solamente forman parte de una misma “ideología” del poder compartida, en el sentido estructural, a pesar incluso de sus diferencias políticas, forman parte de la misma episteme, a pesar de sus pretensiones de verdad encontradas, sino, lo peor, forma parte de la mismas estrategia de poder, por lo tanto, de dominación del mundo, es decir, del mismo derrotero al desastre.

 

 

15.       Entonces, las relaciones sociales no son lazos, que conforman estructuras sociales, que se organizan en la arquitectura institucional, sino son y responden a las asociaciones y composiciones de las mónadas sociales; solo que estas asociaciones, composiciones, combinación de composiciones, terminan fosilizándose, en vez de cambiar, como corresponde. Las relaciones sociales, se preservan por decisión del conformismo generalizado; en consecuencia, en vez de potenciar a la sociedad y cohesionarla mejor, la termina des-potenciando y des-cohesionándola.

 

16.       Estas teorías de la modernidad, de las ciencias sociales de la modernidad, olvidan que las relaciones sociales, no solamente se dan entre individuos, incluso entre grupos, estratos, clases y sociedades; sino con otras sociedades orgánicas no humanas, con los ecosistemas, con las territorialidades, con los climas y los ciclos vitales. Como no tienen una interpretación de las relaciones sociales complejas de las eco-sociedades, no pueden, no solamente darse cuenta de lo que ocurre, del peligro en el que se encuentran, sino se comportan de una manera depredadora, contaminante y destructiva, frente a las propias condiciones de posibilidad de su propia sobrevivencia. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Ritmos corporales

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo leer lo que dicen los cuerpos? Lo que expresan los cuerpos, lo que transmiten; su gramatología.  No lo que está inscrito en los cuerpos, no lo que ha inscrito el poder en ellos; sino lo que el poder no puede controlar, tampoco interpretar; pues no lo ve. Todo aquello que no han podido ver las ciencias, sobre todo, las ciencias sociales y las ciencias humanas. No solo porque no pueden ver, sino, no pueden también escuchar. No escuchan la sinfonía del universo. No escuchan las cuerdas creadoras de la materia y la energía; por lo tanto, no escuchan los ritmos corporales.

 

Yendo más lejos, el poder no puede percibir lo que no controla, lo que no domina, pues su mundo es el mundo institucional, relativo a su reproducción. Un mundo de las representaciones, estructurado en los esquematismos dualistas, que pueden resumirse, por lo menos, ilustrativamente, como esquematismo de la oposición de lo institucional y lo no institucional; por lo menos, de lo institucional que sirve a la reproducción del poder.  Que es gran parte el correspondiente a las mallas institucionales estatalizadas.

 

Es indispensable comprender el funcionamiento de la dinámica integral y compleja de los cuerpos. Es importante comprender sus dinámicas moleculares y molares. En relación a las problemáticas enfrentadas, en la contemporaneidad, es urgente comprender e interpretar las ecologías donde se encuentran los cuerpos. El funcionamiento de los cuerpos forma parte de estas ecologías; al final, son las dinámicas ecológicas las que explican los funcionamientos de los cuerpos.

 

Entre estas dinámicas, de los cuerpos y las ecológicas, podemos encontrar ciertas formas de manifestación, de expresión; hasta pueden ser tomadas como trazos de los tejidos espacio-temporales-territoriales-sociales. Estos son los ritmos corporales.

 

Sabemos, de alguna manera, cómo se expresan, se comportan, se sincronizan, los ritmos corporales, en el arte, la estética, la música, la danza. Incluso han sido estudiados. Lo que no sabemos es cómo se manifiestan, se dan, se expresan, los ritmos corporales fuera del arte, la estética, la música y la danza. Esto puede ser clave para comprender la complejidad de las sociedades, sus dinámicas y funcionamiento. Ciertamente, se han estudiado también los movimientos de los cuerpos en escenarios como los del taller, la fábrica; así como el cuartel, la escuela; incluso el deporte, que cada vez es foco de atención. Pero, se lo ha hecho no desde la perspectiva de los ritmos, sino desde la lógica de la producción, de la disciplina, del estudio, del rendimiento, buscando mejorar su eficiencia. Esta forma de abordarlos se encuentra restringida a la mirada lógica, por así decirlo, que busca la relación causa-efecto; en el mejor de los casos, la estructura del comportamiento o la conducta. Esta mirada causal o estructural está lejos de poder visualizar los ritmos, las composiciones sonoras de los cuerpos, las composiciones sincronizadas de los cuerpos; pues, a pesar de que no se crea, los conjuntos de cuerpos relacionados terminan sincronizando ritmos, que aunque no sean ni danzas ni formas estéticas, vinculadas a las ondas musicales, las sincronías resultantes, responden a composiciones complejas. Es en estas sincronías corporales y sociales donde podemos situarnos para comprender la complejidad social y ecológica. Entonces, llegar a los ritmos corporales, es como llegar a percepciones de las dinámicas de la complejidad.

 

Vamos a tratar de introducirnos a este abordaje, desde la perspectiva de la complejidad. En el ensayo anterior, De los cuerpos y sus tejidos[1], se avanzó, en sentido introductorio, recurriendo a una fuente no acostumbrada, tampoco apropiada, según la metodología y epistemología de la modernidad, a la información metafórica y perceptual que brinda la poesía. El argumento que usamos para hacerlo fue el de que la poesía está más cerca de los cuerpos que las ciencias. No descartamos, de ninguna manera, esta certeza, sino que buscando otras fuentes, como los de las observaciones de acontecimientos sociales; perseguimos su descripción e interpretación, a partir de las consideraciones de lo que denominamos ritmos corporales.

 

 

 

 

 

 

 

 

Bocetos de ritmos corporales

 

El profesor William Condon llama a los comportamientos corporales, más conocidos quizás como comunicación no verbal, sincronización interaccional[2]. Condon asevera que el cuerpo humano danza al ritmo de su discurso. Al hablar, se marca un ritmo; este ritmo es producido por las manos, los cabeceos, los parpadeos y los demás movimientos del cuerpo. Condon declara que el sistema comunicativo no está formado solo por el hablante, sino que el que escucha también sigue este compás, marcado por las palabras. Esta es la base de su teoría de la “sincronía interaccional”. La teoría establece que dos personas en conversación, no están acopladas meramente por los discursos emitidos, en intercambio, sino que son acompañados por movimientos y ritmos. Sin la sincronía interaccional la comunicación sería imposible. En otras palabras, la comunicación es integral, comprometiendo todo el cuerpo. Ciertamente, la sincronización puede cambiar de formas y estilos, dependiendo de los esquemas de habitus y singularidades individuales en el uso del cuerpo, al hablar, al comunicarse. Por otra parte, personas que están involucradas en una amistad, que establecen relaciones afectivas,  se inclinan a moverse notablemente de forma intensamente armónica, a diferencia  de personas que  recién se conocen o se tengan antipatías. Considerando espacios de afinidad y de aproximación, la sincronía interaccional señala oscilaciones ligeras, si se quiere hasta imperceptibles, no solamente en lo que respecta a las formas manifiestas de armonía, sino también a formas de inclusión o de exclusión definidas.

 

Condon ha llevado a cabo algunos experimentos utilizando EEG (Electroencefalogramas), GSR (Galvanic Skin Response, que mide la actividad eléctrica de la piel) y Electrocardiogramas. Los resultados de estas investigaciones no dejan de ser sugerentes. El investigador deduce, de estas investigaciones, de que la mecánica y dinámica bioeléctrica, es decir, el sistema nervioso del cuerpo que funciona mediante descargas eléctricas de los nervios, capta la sincronía interaccional y está profundamente involucrado en ella. Uno de los experimentos realizados consistía en conectar a dos personas a un electroencefalógrafo y analizar su actividad cerebral mientras hablaban. En resumidas cuentas, los dos gráficos, relacionados a la actividad eléctrica de los involucrados, eran análogos en el formato: los gráficos cambiaban al intercalar el turno del habla; también se puede observar una mayor actividad, en el escucha, cuando el hablante decía algo interesante; entonces el oyente escuchaba con más atención.

 

Condon ha corroborado que tanto la piel como el ritmo cardíaco reaccionan ante las palabras de alguien o los sonidos de alrededor. Dependiendo del escenario, del tema tratado, del momento, y el contexto, el ritmo cardíaco puede disminuir, así como la actividad eléctrica de la piel permanecer inalterada, o, de manera distinta, el ritmo cardiaco puede aumentar y la actividad eléctrica de la piel alterarse.

 

Los alcances de las observaciones de Condon van más allá de las sociedades humanas. Son aplicables a otras sociedades orgánicas.  Los ritmos sonoros y corporales afectan a los ecosistemas. No solamente las investigaciones que citamos, sino otras, por ejemplo, biológicas, anotan que las plantas emiten comportamientos, de acuerdo a diferentes afectos transmitidos. Lo que podría implicar que se dan distintas formas de comunicación entre los seres[3].

 

Aunque son pocos los investigadores que se han dedicado a estudiar la “comunicación no verbal”, aunque no sea mucho en lo que se avanzado, al respecto, debido a la predominancia epistemológica de la comunicación verbal; de todas maneras, lo que se ha encontrado es sorprendente. Lo que llama Condon la comunicación interaccional. La comunicación no se da solo por medio de emisión y escucha de palabras, de discursos, sino que la comunicación interaccional es la condición de posibilidad de la comunicación; es la actividad de todo el cuerpo. A propósito, podemos explicarnos, la ventaja que tiene la comunicación audiovisual respecto de la comunican radial.

 

Por otra parte, no hay que olvidar que la comunicación no verbal, llega a comprender que el cuerpo se sostiene en dinámicas, que podemos llamar con propiedad, moleculares. Pues la comunicación se hace posible por las descargas bieléctricas, que varían en intensidad y en extensidad. Ciertamente, esto también ocurre en la comunicación verbal. Es que, retomando la perspectiva de la complejidad, podemos alegar que no hay una comunicación solo verbal o una comunicación solo no verbal, aunque esta última adquiere una connotación más compleja. La comunicación es integral, compromete a todo el cuerpo.

 

Sin embargo, las investigaciones de Condon se han concentrado, prioritariamente, en observaciones de micro-grupos, sobre todo, en la conversación y el comportamiento de dos personas. ¿Qué pasa con grupos más grandes, con colectivos, con comunidades, incluso con sociedades? Si la sincronización interacional, en el nivel de micro-grupos, arroja luces sobre la comunicación, invitando a re-conceptualizarla y reconsiderarla, desde una perspectiva más compleja; se puede esperar que la sincronización interaccional arroja muchas más luces cuando esta sincronización se da y se observa en contingentes mayores.

 

Ciertamente, no estamos en condiciones de efectuar estas investigaciones en mayor escala poblacional. Sin embargo, podemos sugerir hipótesis interpretativas, para que sean contrastadas por investigaciones. Por otra parte, estas hipótesis interpretativas, están, de uno u otra manera, sostenidas por experiencias sociales, recordadas y asumidas socialmente; experiencias sedimentadas en memorias sociales, que obviamente, no sustituyen a las investigaciones requeridas.  En principio lanzaremos hipótesis prospectivas e interpretativas de carácter más general, para luego, sugerir hipótesis más específicas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Hipótesis prospectivas e interpretativas

 

1.   La existencia misma, los universos, en sus distintas escalas, se mueven de maneras y modos sincronizados. Ni que decir, la vida, en su sentido biológico, corresponde a sincronizaciones complejas e integradas; no solo entre los seres orgánicos, sino entre los seres orgánicos y los seres inorgánicos, usando dos conceptos, con los cuales no estamos de acuerdo; empero, los usamos para ilustrar.

 

2.   Los ecosistemas, sus dinámicas complejas, las ecologías, son composiciones y combinaciones de composiciones sincronizadas.

 

 

3.   Dentro de la pluralidad de sociedades de la existencia, de la vida, de las ecologías, las sociedades humanas no están exentas de estos atributos; los de la sincronización.

 

4.   Las sincronizaciones primordiales son la clave de las formaciones sociales. No al revés.

 

 

5.   Estas sincronizaciones, es decir, todas las formas de sincronización, son corporales. No puede ser de otra manera.

 

6.   El cuerpo es una composición compleja de energías combinadas con fuerzas, sobre todo, considerando las fuerzas fundamentales; combinaciones de energías y fuerzas con materias, concebidas en sus dinámicas complejas, en distintas escalas. Además de actividades vitales, como la de la experiencia, la memoria, la percepción, la interpretación y la acción.

 

 

7.   La complejidad, es decir, la realidad, adquiere una complejidad mayor, cuando las asociaciones y composiciones se dan entre cuerpos singulares, conformando relaciones, estructuras, es más, instituciones, que no solamente estabilizan las asociaciones, sino que conforman corporeidades complejas, que comprenden a los cuerpos singulares mismos.

 

8.   La sociedad es una de estas complejidades mayores. Sin embargo, hay que anotar, recordando lo que ya dijimos en otros ensayos, que no hay sociedad sola, como suspendida en el aire, sino sociedades articuladas a sus dinámicas territoriales y dinámicas ecológicas. Lo que hemos llamado eco-sociedades.

 

 

9.   Entonces, estas llamadas ecos-sociedades forman parte de complejidades mucho más integrales. Lo que las convierte en corporeidades complejas en interacción con las ecologías del planeta, además de las interacciones con el pluriverso.

 

10.       En consecuencia, es indispensable, para comprender las complejidades desplegadas por las formas de existencia, por las formas de vida, por las formas sociales, estudiar e interpretar los ritmos corporales diversos y plurales.

 

 

11.       ¿Qué nos dicen estos ritmos corporales en una coyuntura de guerra? ¿Qué nos dicen en un periodo de crisis? ¿Qué nos dicen en un periodo de paz? ¿Qué nos dicen en diferentes contextos espacio-temporales?

                                                               

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Sincronización integral

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

En lo que comúnmente llamamos universo, parece que todo, en sus distintas escalas y en conjunto, tiende a la sincronización inmediata. Se trata de la simultaneidad dinámica integral. Nada se zafa de esta coincidencia en el mismo tiempo, rescatando la etimología de la palabra sincronía. No podría ocurrir un desfase, por así decirlo, una a-sincronía, pues, si ocurriera esto, el universo dejaría de existir. La existencia es esta sincronización integral, en las distintas escalas, que componen el universo[4].  

 

Si bien no estamos de acuerdo, ni compartimos, con la antigua creencia de que el destino está inscrito en el firmamento; sin embargo, hay una analogía con este mito, guardando todas las diferencias conceptuales. La sincronización múltiple, plural, simultánea, en las distintas escalas, concurre independientemente de los imaginarios, las “ideologías”, las mitologías, las representaciones, de toda clase, incluyendo a las ciencias. Esta sincronización integral no es que ya lo tiene escrito todo, el destino en la configuración astral, sino que al generar engramas, engranajes múltiples, por así decirlo, en todas las escalas y entre ellas, sitúa los desenlaces, para decirlo en términos literarios, como parte del funcionamiento complejo de la simultaneidad dinámica integral del tejido del espacio-tiempo.  Como dicen los físicos relativistas y cuánticos, no es que algo se mueve o somos nosotros los que nos movemos, sino es el tejido del espacio-tiempo el que se mueve.

 

Esto no tiene nada que ver con ningún determinismo místico, mitológico, astral; tampoco con un determinismo mecánico, se interprete como se lo interprete. Por lo tanto, no tiene nada que ver con el concepto y figura del destino; tampoco con el concepto mecánico de determinación. Estas son, en parte, herencias de los paradigmas deterministas mágicos antiguos; por otra parte, herencia de los determinismos mecánicos de la episteme moderna. No hay nada de esto en la concepción compleja de sincronización integral. La idea compleja de sincronización implica que todo lo que ocurre, en cualquier lugar del universo, considerando sus distintas escalas, tiende a la sincronización inmediata. No se pierde la voluntad, el deseo, la potencia, si se quiere, el “libre albedrío”, sino que cuando estas disposiciones y actividades intervienen, ocasionan nuevas sincronizaciones, en la complejidad integral.

 

No podemos considerar los impactos, los alcances, las incidencias, de las distintas alteraciones intervinientes, debido al azar - usando un término que no debe separarse, pues forma parte de la paradoja azar-necesidad -, pues desconocemos estas topologías y sus magnitudes. Empero, podemos sugerir, de una manera parecida, aunque más compleja, a la tesis del efecto mariposa, que todo lo que acontece en cualquier parte del universo, en sus distintas escalas, modifica la sincronización integral.

 

Así como se ha dado un antropocentrismo exaltado, convirtiendo al hombre en el centro y fin del universo; también, en contraposición y como crítica a la versión mítica del ser humano, se ha dado, simétricamente, una especie de antropo-cidio, convirtiendo al ser humano en una nada. Quizás el enunciado más contundente, al respecto, es el de Friedrich Nietzsche, cuando enuncia que el hombre habita en un planeta perdido, en un rincón oscuro de la Vía Láctea, que cuando desaparezca, no dejara ni huella ni recuerdo en el cosmos. Se entiende que esta apreciación responde críticamente a la filosofía humanista, moralista y modernista, que supone el dominio del hombre sobre la naturaleza; pero, no podría sostenerse teóricamente en la comprensión de la complejidad integral del pluriverso. Las magnitudes concebidas desde lo más pequeño hasta lo más grande; el imaginario lineal del tiempo, pasado, presente futuro; las determinaciones lineales y causalistas, como si fueran ejes fundamentales del universo; no se sostienen en la perspectiva de la complejidad. Lo pequeño no se contrasta con lo grande, como opuestos, sino que, en el supuesto teórico del pluriverso de, por lo menos, once dimensiones, no podemos afirmar qué es pequeño y qué es grande. En la simultaneidad dinámica del espacio-tiempo, no hay tiempo absoluto, tampoco espacio absoluto; por lo tanto, desde esta perspectiva, no se puede sostener la tesis unilineal de pasado, presente y futuro. En la sincronización integral del pluriverso, no es sostenible cualquier tesis determinista, pues estamos ante sincronizaciones múltiples y plurales simultaneas. Al respecto, nos arriesgamos a sugerir un enunciado atrevido; empero, paradójico, que es lo que nos parece apropiado: estamos ante el indeterminismo sincrónico.

 

Para decir un corolario, en los márgenes, colateral, no esencial, por lo tanto no-centrista, sino como una apreciación más en el conjunto de la hermenéutica compleja, hay pues responsabilidad de las sociedades humanas; primero, en el planeta; segundo, en el pluriverso. Lo que han hecho, lo que hacen, lo que hagan, incide en los ciclos vitales del planeta; también en las dinámicas complejas del pluriverso, aunque no sabemos cómo ocurre esto, de qué manera, en qué escalas, con qué impacto. Seguramente, en este caso, nada determinante, sino como uno de los efectos entre múltiples e innumerables efectos dados en el pluriverso. En todo caso, como no podemos decir nada al respecto, queda como asignatura pendiente.

 

Nos interesa comprender esto de la sincronización integral. Desde la perspectiva de la complejidad, es indispensable comprender la articulación e integración dinámica de los múltiples planos y espesores de intensidad en los que nos movemos, y en donde nuestras acciones repercuten, tratando de entender los efectos causados. Se trata de la comprensión y entendimiento complejos de la realidad, buscando controlar, hasta donde se pueda, los efectos ocasionados por las acciones y prácticas humanas.

 

Como dijimos en otros escritos[5], esta comprensión y entendimiento complejos depende también de la capacidad comunicativa con los otros seres del planeta, también del pluriverso. El conocimiento complejo, usando todavía esta palabra pretensiosa de conocimiento, no se conforma en base a una relación de dominio sujeto-objeto, ciencia-referente, sino supone la comunicación abierta entre seres coexistentes y convivientes.

 

A estas alturas, debemos hacernos unas preguntas: ¿Para qué comprender y entender las dinámicas de la complejidad, simultanea e integral, que es la realidad, si igualmente se da la sincronización integral?  ¿Para mejorar nuestra participación en el pluriverso? ¿La comprensión y el entendimiento complejos forman parte de las dinámicas de la sincronización integral? Como se podrá ver, hemos descartado preguntas, relativas a la epistemología moderna, que se preguntan por el valor y el alcance del conocimiento. Para el pensamiento complejo, como ya lo dijimos, no tiene sentido proponerse el conocimiento por el conocimiento mismo, puesto que lo que se conoce es provisional y es solamente instrumento de sobrevivencia y potenciamiento de la vida[6]. En la arqueología de la episteme compleja - usando como metáfora el concepto configurante de arqueología del saber de Miche Foucault -, en sus inicios, la teoría sistémica autopoiética plantea que los sistemas autopoiéticos se constituyen a partir de sus propias operaciones de clausura, de las relaciones que emergen respecto del entorno, de la complejidad del entorno y de la capacidad de reducción de la complejidad del entorno; ocasionando una mayor complejidad interna. La relación con el entorno es la relación del sistema de referencia con otros sistemas del entorno.  El equilibrio de estas relaciones, por así decirlo, la reducción de la complejidad, es decir, el resolver problemas, dependen de la interpenetración entre sistemas; cuando y donde un sistema presta su complejidad al otro sistema para ser interpretado. En las teorías de sistemas autopoiéticos, se concebía la idea de la evolución sistémica. Los sistemas autopoiéticos, que tienen como referente metafórico los organismos vivos, son capaces de evolución, debido a su capacidad de transformarse, resolviendo problemas, reduciendo la complejidad, creando más complejidad interna. Como se puede ver, ya, desde sus comienzos, las teorías de la complejidad, abordan el conocimiento no como un fin, sino como mecanismo, por así decirlo, parte de la dinámica evolutiva de los sistemas autopoiéticos[7].

 

Respondiendo a las preguntas que hemos hecho, podemos decir que la comprensión y el entendimiento complejos forman parte de las sincronizaciones dadas en la sincronización integral. Lo mismo vale para formas de conocimiento no complejos, como los dados en la episteme moderna; no podría ser de otra manera. La comprensión y el entendimiento complejos al situarse en la percepción de la complejidad, y no como en la episteme moderna, que reduce la complejidad a esquemas operables, logra mejores orientaciones para actuar e incidir en la realidad. La racionalidad instrumental moderna logró, en principio, eficacia, con conocimientos operativos y teóricos, reducidos al esquematismo; sin embargo, no pasó mucho tiempo cuando se tuvo que ver cara a cara con la complejidad de la realidad. Es cuando, al afincarse en sus conocimientos como verdades, terminó desorientándose, derivando en la ineficacia generalizada; sobre todo, en efectos no controlables en el planeta. El pensamiento complejo corresponde a las dinámicas de la complejidad integral misma.

 

Por otra parte, desde la perspectiva de la complejidad; sobre todo, en este caso, lo que hemos llamado política de la complejidad, se trata de liberar la potencia creadora de la vida, de potenciar la vida; en este sentido, se trata de mejorar nuestra participación en el pluriverso. Se trata de controlar los efectos desencadenados por las acciones y prácticas humanas; de mejorar las comunicaciones entre los seres del pluriverso; sobre todo, del planeta, en principio; de coadyuvar, aunque sea con un granito de arena, en la sincronización integral.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Andamios provisorios

Senderos especulativos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Somos conscientes - por así decirlo, que es un modo de hablar; por eso vale, por costumbre - de que ingresamos a terrenos especulativos, en estos recorridos interpretativos e hipotéticos. Lo hacemos, como una vez lo dijimos, porque nos parece necesario, en estas incursiones, aventurarse con conjeturas, que, aunque no cuenten con respaldo investigativo, por lo menos, son propuestas elaboradas desde los problemas que plantea la perspectiva de la complejidad. Se lo hace, no solo para contrastarlas con investigaciones venideras, sino para construir andamios, que ayuden a manufacturar los instrumentos dinámicos de las teorías de la complejidad. Por lo tanto, lo que viene, tiene que ser considerado desde estas características provisionales; sobre todo, la que define estas reflexiones como andamios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Proposiciones especulativas

 

1.   Parece que la comunicación más ancestral, por así decirlo, la primordial, es la que se da por emisión y recepción de ondas. Las partículas infinitesimales se comunican por ondas, que se conforman por vibraciones. Es más, retomando la teoría de las cuerdas, que serían más infinitesimales que las partículas infinitesimales, las cuerdas se comunican también a través de ondas.

 

2.   Todos los cuerpos conformados en el pluriverso se comunican y sincronizan a través de ondas. Estas sincronizaciones no dependen de una consciencia y una voluntad centralizadas, que efectúan estas sincronizaciones; por ejemplo, la consciencia humana, que es la hipótesis humanista, cara de la modernidad. Las sincronizaciones se dan, independiente de cualquier consciencia. Se dan porque los tejidos-espacio temporales, formando parte del tejido espacio-tiempo integral mayor, sincronizan sus movimientos, en coordinación - que podemos nombrarla, provisionalmente, con todas las limitaciones del caso, de este nombre y concepto - espontánea. Ciertamente no es espontánea, en el sentido usual de la palabra, pues, de todas maneras, se requiere, como una comunicación o, si se quiere, afectación, que incida en el compás de las sincronizaciones. Volvemos, esta comunicación se da a través de ondas.

 

 

3.   Ahora bien, no sostenemos un solo modelo, ni forma, ni contenido y ni manifestación de ondas, sino, al contrario, conjeturamos una pluralidad de modelos, formas, contenidos y manifestaciones de ondas. Dependiendo de qué cuerdas producen las ondas; por lo tanto, las vibraciones. Si nos movemos de las escalas infinitesimales, que son las escalas fundamentales, a las escalas molares, que son las escalas ocasionadas por los efectos de masa, las estructuras de las ondas, por así decirlo, varían, de acuerdo a las características de sus composiciones y combinaciones.

 

4.   En las escalas infinitesimales, atómicas y moleculares, a pesar de ser diferentes, las ondas parecen ocasionadas por las cuerdas primordiales, por las partículas infinitesimales, por los átomos, núcleos de la materia luminosa. En las escalas molares, la materia visible para el humano, las ondas son producidas, también, a pesar de sus diferencias, por composiciones molares singulares, que otorgan a las ondas emitidas características densas, haciéndolas aparecer como espesores, haciendo como desaparecer, para la mirada humana, la característica de ondas. Sin embargo, no es así. En la simultaneidad dinámica del pluriverso, las ondas de las escalas infinitesimales no desaparecen, sino que, además de persistir y sostener todo el funcionamiento del pluriverso, sostienen el despliegue y la irradiación, así como la cohesión de las ondas molares. Por otra parte, lo que parece, aparentemente, ya no ondas, sino espesores concretos, para la mirada humana, en realidad, funciona como ondas, solo que la frecuencia, por así decirlo, es muy larga; empero, el impacto es notorio.  Hay muchos ejemplos; usaremos unos, relativos a algunos periodos de las sociedades modernas, los correspondientes al uso de la energía fósil.

 

La energía fósil, el petróleo o el gas, no aparece, a la mirada humana, como ondas, sino como espesores, como densidades materiales concretas. Su uso es interpretado como uso de energía concreta, gasolina, diésel, fuel oíl, gas. A pesar de interpretar este uso como energía, no se asume el carácter vibratorio y ondulante de la energía, sino se asumen sus propiedades químicas, que en el mejor de los casos, se consideran sus propiedades moleculares. Al hacer esto, la tecnología moderna, incluso su ciencia especializada, ha hecho desaparecer la figura de ondas, privilegiando, en el nombrar, la característica comercial, mercantil e industrial de materias primas.

 

¿Cómo se puede hablar de energía cuando se descarta la figuración de ondas? De todas maneras, se lo hace. Lo que importa en lo relativo a estas reducciones y restricciones, a estos barbarismos, por así decirlo, es que con esta forma de interpretar y usar la energía fósil, no solo se ha descartado su característica de ondas, sino que se ha desvinculado el uso de esta energía concreta del resto de las energías del pluriverso. Se toma a esta energía concreta como si fuese independiente del resto energías sincronizadas del pluriverso, en todas sus escalas. Lo que sí han tomado en cuenta ambientalistas, sobre todo, ecologistas, es el efecto contaminante y depredador en el planeta del uso de la energía fósil. Sin embargo, este efecto, es solo una de las caras, de todas las consecuencias desatadas.

 

 

Comenzando por el planeta; en un planeta sincronizado en toda su integridad, el uso de esta energía no deja de afectar al conjunto de todas las energías sincronizadas, en las distintas escalas; sobre todo, a las energías consideradas a la misma escala que la energía fósil. No se trata solo de contaminación y, peor, de depredación, en el sentido destructivo considerado, sino del efecto alterador en las ondas de las otras energías. Lo que decimos supone la tesis del efecto mariposa. Aunque no se crea, al estar vinculados y ser parte del pluriverso, también el uso de energías concretas, en el sentido humano, emite ondas, que pueden ser el resultado del uso práctico de energías concretas, a escala humana. No se deja, entonces, de afectar al pluriverso entero. A todos los planos y espesores de intensidad energéticos del pluriverso, en sus distintas escalas.

 

5.   Nadie dice que el efecto del uso de la energía fósil - que no lo calificamos ni de positivo ni negativo, como acostumbraba hacerse en la episteme de la modernidad - es decisivo, preponderante, determinante, en términos absolutos. Estamos muy lejos de este antropocentrismo. Sino, comprendiendo que nuestra incidencia es muy pequeña en el pluriverso, empero, importante en el planeta, deducimos que somos responsables de los efectos no controlados de los usos concretos de energías específicas.

 

6.   Los colectivos ambientalistas y ecologistas han puesto avisos de emergencia urgentes, por los niveles de contaminación y depredación a las que ha llegado el sistema-mundo-humano. Apoyamos estas iniciativas y las exigencias de cambios de comportamiento y de conductas, sobre todo relacionadas a pautas de consumo, que se derivan. Sin embargo, la problemática no queda ahí, ni mucho menos sus soluciones.  Lo que no conocemos son los efectos de las alteraciones de las ondas desviadas, debido a los usos mencionados, en el resto de las ondas energéticas del planeta. Es muy difícil llegar a comprender esta incidencia múltiple, pues estamos lejos de, incluso, informarnos, de estas alteraciones ocasionadas. No sabemos si el conjunto energético del planeta reacciona, incidiendo también en las ondas emitidas por la contaminación y depredación humana, de tal manera, que el planeta se convierte en un tormento para las sociedades humanas o si se acomoda al mundo conformado por estos efectos devastadores.  Tal parece, por las experiencias que sufrimos en la actualidad, que ocurre lo primero.

 

7.   Sobre lo que ocasionamos en el pluriverso, no podemos continuar con la especulación, pues conocemos mucho menos el tejido del espacio-tiempo integral. Pero, si podemos especular – en el sentido de la interpretación hipotética, no de la descripción misma, que, obviamente, no es especulación - sobre lo que se ocasiona en las sociedades humanas y, en términos más generales, lo ocasionado en otras especies, en los otros seres orgánicos del planeta.

 

 

Descripciones puntuales

 

a)   Innumerable especies están siendo aniquiladas. Cada año desaparece entre 17.000 y 100.000 especies del planeta. La aceleración de esta extinción es, comparativamente, mucho más rápida que en el pasado.

 

b)   La pérdida de nuevas especies en un ecosistema incide en el conjunto de las sincronizaciones eco-sistémicas. La diversidad biológica se está perdiendo a un ritmo acelerado. Esto debilita las capacidades regenerativas de los ecosistemas. Se puede decir que en cuanto más biodiversidad contiene un ecosistema más capacidad tiene de regeneración.

 

c)   Es indudable que el efecto invernadero tiene descomunales impactos en ecosistemas. Con el incremento de la temperatura global se ocasiona el deshielo generalizado, ocasionando el crecimiento de los niveles de los océanos. Se supone que los ecosistemas reaccionan, respondiendo al calentamiento global.

 

d)   Una de las consecuencias, es que muchas especies son sacadas fuera de sus hábitats.

 

e)   Los contextos territoriales donde corre el agua dulce, así como los ecosistemas secos, se encuentran como reaccionando ante los efectos del calentamiento global. El incremento de la temperatura puede llegar a ser demoledor para muchas especies; interrumpiendo las recurrentes formas de vida. Aunque, eventualmente, los peces de agua fría pueden fortuitamente dejar sus espacios vitales migrando a otras zonas más adecuadas, esta alternativa ya no es opción para otras especies.

 

f)    Siete millones de kilómetros cuadrados de bosques tropicales han desaparecido en medio siglo. Alrededor de dos millones de kilómetros cuadrados fueron usados en cultivos, mientras los restantes cinco millones de kilómetros cuadrados corresponden a tierras de baja fertilidad. Convirtiéndose estas tierras en improductivas. Cuando estas tierras eran bosques nativos, podían capturar un estimado de cinco billones de metros cúbicos de carbono de la atmósfera, cada 10 o 20 años.

 

g)   El calentamiento global ocasiona destructivos impactos en los ecosistemas. Con el efecto invernadero se ha dado lugar el deshielo, como dijimos, trayendo a colación consecuencias incontrolables. Los ecosistemas se trastocan; provocando la modificación de los perfiles poblacionales. Fuera de las especies desaparecidas, otras se encuentran en vías de extinción y otras amenazadas de serlo.

 

h)   Como dijimos, innumerables especies han sido aniquiladas. Cada año desparecen significativos contingentes apreciables de especies. La velocidad con la que ocurre esta catástrofe ecológica es mucho más acelerada que lo que ocurría en el pasado. Esta situación exige de los pueblos del mundo decisiones inmediatas para evitar que la catástrofe ecológica se convierta en algo peor. De entrada, lo que acaece es ya una convocatoria a los pueblos del mundo a resolver la problemática, en lo que respecta a su incidencia.

 

 

 

Elucidaciones teóricas

 

 

8.   Las anteriores, son algunas de las descripciones que se hace de la catástrofe ecológica. No vamos a seguir con estas descripciones; nos remitimos a estas investigaciones e informes y a los textos donde hemos tratado el análisis de estas descripciones, de una manera más pormenorizada[8]. Lo que nos interesa es sugerir hipótesis interpretativas, desde la perspectiva de la complejidad, de estas alarmantes descripciones. En este sentido, podemos sugerir la siguiente conjetura: Las sociedades humanas, sobre todo, particularmente, la sociedad moderna, sociedad-mundo, ha incidido de tal forma que ha alterado las sincronizaciones del planeta en todos los planos y espesores de intensidad.  Una corriente ecológica, más apegada al paradigma del equilibrio, interpreta como ruptura del equilibrio ecológico o de los equilibrios eco-sistémicos. La alteración de la sincronización integral del planeta afecta, de tal forma, que parece que el planeta entero, como simultaneidad dinámica, comienza a actuar en función de una nueva sincronización integral. ¿En esta nueva sincronización está contemplado el ser humano?

 

9.    Parece que las sociedades humanas requieren urgentemente replantar su incidencia en el planeta. Esto, a su vez, demanda la comprensión e interpretación compleja de la realidad, sinónimo de complejidad integral. Esto implica la comunicación con los otros seres, por lo menos, orgánicos, del planeta. Y esto equivale a la participación activa en la sincronización integral del planeta, por parte de las sociedades humanas.

 

 

10.       Lo que sorprende, al respecto, es que las sociedades humanas no parecen preocupadas por lo que ocurre en el planeta, por lo menos, como deberían estarlo, salvo los colectivos activistas ecologistas y otros grupos. ¿Este camino autodestructivo es parte de la nueva sincronización planetaria?

 

11.       Además de estas preguntas prioritarias, debemos hacernos otras no tanto, de carácter hermenéutico. ¿Los ritmos corporales de las sociedades ya señalan de-sincronizaciones peligrosas, des-cohesionadoras, destructivas, diseminadoras? En otras palabras, ¿las sociedades humanas habrían perdido los ritmos corporales de las sincronizaciones necesarias?

 

 

12.       Otras preguntas: ¿En lo que respecta a las sincronizaciones en las sociedades humanas y entre ellas, hay síntomas y señales que, ante esta catástrofe ecológica, se generan nuevas sincronizaciones? ¿Qué podemos leer en los ritmos corporales actuales de las sociedades humanas?

 

 

 

 

 

Dimensiones enrolladas del pluriverso

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde la teoría de las cuerdas, se ha propuesto para resolver los problemas que plantea la tarea de unificación de las teorías físicas, concretamente la constitución de la teoría unificada, que describa, interpreta y explique, articuladamente e integralmente, las dinámicas de los campos de fuerzas, electromagnética, fuerte nucleare, débil nuclear y gravitacional.  La que plantean problemas en este proyecto de unificación teórica, es la fuerza de la gravedad. En la búsqueda de soluciones, sobre todo, de nuevas perspectivas, la teoría de las cuerdas propone, en el uso metafórico que hace, a la figura de las cuerdas como lo más infinitesimalmente pequeño que se puede llegar; que, incluso, explica la presencia de las partículas infinitesimales. La particularidad de las cuerdas no solamente radica en su forma curva, un tanto alargada, sino en que vibra y produce notas cuánticas; las notas que crean la materia.

 

La teoría de las cuerdas ha avanzado, matemáticamente, a la conjetura topológica de que, al ocurrir lo que supone, la manifestación del universo como sinfonía, se requiere de más dimensiones que las tres espaciales conocidas y la temporal también concebida. Estas otras dimensiones, a diferencia de las otras, que ya llaman dimensiones aparentes, son dimensiones enrolladas. Es decir, dimensiones que, al enrollarse, aparecen como con menos dimensiones o, si se quiere, con dimensiones restadas. Empero, el enrollamiento lograría estabilizar al universo, precisamente por configurar en aparentes puntos, en un mapa bi-dimensional o, si se quiere, tri-dimensional, geometrías y topologías, de dimensiones enrolladas donde funcionan otros universos inesperados.

 

En consecuencia, no se puede hablar, con propiedad, de lo más pequeño, puesto que los más pequeño, pongamos como ejemplo, hipotéticamente un punto, en realidad, consiste en enrollamientos de dimensiones; lo que hace que estamos ante otras magnitudes de otras topologías y otras geometrías.

 

En principio, se ha sugerido, fuera de las cuatro conocidas dimensiones, seis más; empero, dimensiones enrolladas. En total, diez. Sin embargo, matemáticamente no se podía, contando con estas dimensiones, unificar la fuerza electromagnética y la fuerza gravitacional. La onceava dimensión es la dimensión vertical que logra hacerlo.

 

 

De la teoría madre

 

A propósito de las dimensiones enrolladas, en El universo elegante, libro que ya comentamos en otros ensayos, Brian Greene escribe:

 

A finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, antes de que surgiera el interés por la teoría de cuerdas, muchos físicos teóricos buscaban una teoría unificada de la mecánica cuántica, la gravedad y las otras fuerzas que actúan en el marco de la teoría de campos cuánticos de partículas puntuales. Se tenía la esperanza de que las contradicciones entre las teorías de partículas puntuales en las que intervenía la gravedad y la mecánica cuántica se superaran estudiando teorías en las que hubiera un gran reparto de simetría. En 1976, Daniel Freedman, Sergio Ferrara y Peter Van Nieuwenhuizen, todos ellos de la Universidad Estatal de Nueva York en Stony Brook, descubrieron que las teorías más prometedoras eran aquellas en las que intervenía la supersimetría, ya que la tendencia de los bosones y los fermiones a dar fluctuaciones cuánticas productoras de cancelaciones contribuía a calmar el violento frenesí microscópico. Los autores acuñaron el término supergravedad para describir las teorías de campos cuánticos supersimétricos que intentan incorporar la relatividad general. Estos intentos de fusionar la relatividad general y la mecánica cuántica desembocaron finalmente en fracasos[9].

 

 

 

La historia no termina aquí, Brian Greene continúa:

 

 

La lección, que quizá llegó a estar más clara gracias al trabajo de Eugene Cremmer, Bernard Julia, y Scherk, todos ellos en la École Normale Supérieure en 1978, decía que los intentos que llegaron a estar más cerca del éxito fueron las teorías de supergravedad formuladas, no en cuatro dimensiones, sino en más. Específicamente, las más prometedoras fueron las versiones que apelaban a diez u once dimensiones, siendo el máximo posible, según parece, las once dimensiones. Se llegó a entrar en contacto con cuatro dimensiones en el marco, una vez más, de Kaluza y Klein: Las dimensiones adicionales resultaron ser arrolladas. En las teorías de diez dimensiones, como en la teoría de cuerdas, seis dimensiones eran arrolladas, mientras que en la teoría de once dimensiones, lo eran siete de ellas[10].

 

 

Especificando un poco más el contexto, Gereene cuenta:

 

 

La teoría de campos cuánticos que realiza de esta manera una aproximación de la teoría de cuerdas con un máximo de precisión no es otra que la supergravedad de diez dimensiones. Las propiedades especiales de la supergravedad de diez dimensiones, descubierta en las décadas de 1970 y 1980, se consideran actualmente como vestigios de baja energía del potencial subyacente de la teoría de cuerdas. Los investigadores que estudian la supergravedad de diez dimensiones han descubierto la punta de un iceberg muy profundo - la rica estructura de la teoría de supercuerdas[11] -.

 

 

Uno de los desenlaces, en ese periodo, es este:

 

 

Se trata de una historia muy atildada, salvo por el hecho de que parece que se ha dejado olvidada la supergravedad de once dimensiones. La teoría de cuerdas, formulada en diez dimensiones, parece no tener sitio para encajar una teoría de once dimensiones. Durante varios años, la opinión general que sostenía la mayoría, pero no la totalidad, de los especialistas en teoría de cuerdas era que la supergravedad de once dimensiones constituía una extravagancia matemática sin conexión alguna con la física de la teoría de cuerdas[12].

 

 

Una versión de la teoría unificada o, por lo menos, su boceto es la denominada Teoría-M:

 

 

Éste es el dominio que hemos estado describiendo en capítulos anteriores y que los especialistas en teoría de cuerdas han estudiado durante bastante más de una década... Antes de 1995, los especialistas en teoría de cuerdas sabían que esto haría que los procesos con bucles fueran cada vez más importantes y, a medida que la constante de acoplamiento se hiciera mayor, invalidaría finalmente por completo el marco de la teoría de perturbación. Pero lo que ninguno sospechaba era que, cuando la constante de acoplamiento se va haciendo mayor, ¡una nueva dimensión se hace visible! Ésta es la dimensión «vertical» ... Por lo tanto, la nueva dimensión vertical representa una décima dimensión espacial que, junto con el tiempo, nos lleva a un total de once dimensiones del espacio-tiempo.

 

 

Al respecto, la pregunta que se hace, el autor del libro El universo elegante, es la siguiente:

 

 

Pero ¿qué es esta teoría con once dimensiones? A bajas energías (bajas comparadas con la energía de Planck), según los argumentos de Witten y otros, esta teoría se aproxima mediante la teoría de campos cuánticos de supergravedad en once dimensiones, una teoría que durante mucho tiempo fue ignorada. Pero, para energías altas, ¿cómo podemos describir esta teoría? Esta cuestión se está investigando actualmente de manera intensa... Además, como pronto veremos, los objetos extendidos de otras dimensiones desempeñan también un papel importante. Pero, más allá de una mescolanza de propiedades, nadie sabe qué es esta teoría de once dimensiones. ¿Son las membranas sus componentes fundamentales? ¿Cuáles son las propiedades que definen esta teoría? ¿Cómo se conecta su contenido con la física que conocemos? Si las constantes de acoplamiento respectivas son pequeñas, las mejores respuestas que podemos dar por ahora a estas preguntas están ya explicadas en capítulos anteriores, ya que para constantes de acoplamiento pequeñas nos remitimos a la teoría de cuerdas. Pero, si las constantes de acoplamiento no son pequeñas, nadie conoce por ahora las respuestas[13]. Sea lo que sea esta teoría de once dimensiones, Witten la denominó provisionalmente Teoría-M.

 

 

 

Al exponer la relación de la Teoría-M y la red de interconexiones, Brian Greene acude a un proverbio:

 

 

Hay un viejo proverbio que habla de tres hombres ciegos y un elefante. El primer hombre ciego agarra el colmillo de marfil del elefante y describe la superficie dura y lisa que percibe. El segundo hombre ciego pone su mano en una de las patas del elefante y describe la masa muscular enorme y robusta que siente al tacto. El tercer hombre ciego agarra la cola del elefante y describe el apéndice delgado y nervudo que percibe. Dado que las descripciones que se comunican el uno al otro son tan diferentes y puesto que ninguno de ellos puede ver a los otros, piensan que cada uno ha agarrado un animal diferente. Durante muchos años, los físicos estuvieron en una oscuridad parecida a la de los tres hombres ciegos, pensando que las distintas teorías de cuerdas eran muy diferentes. Pero actualmente, gracias a los hallazgos de la segunda revolución de las supercuerdas, los físicos han constatado que la Teoría-M es el paquidermo que unifica las cinco teorías de cuerdas[14].

 

 

 

La conclusión que saca, de este tema sobre la unificación teórica, se expresa así:

 

 

Esta figura muestra que las cinco teorías de cuerdas, junto con la Teoría-M, son duales entre sí. Están todas ellas unidas en un sólo marco teórico; estas teorías proporcionan cinco planteamientos diferentes para explicar las propiedades físicas subyacentes, que son únicas e iguales para todas las teorías. Para alguna aplicación determinada, un enunciado puede ser mucho más efectivo que otro. Por ejemplo, es mucho más fácil trabajar con la teoría Heterótica-O, cuyo acoplamiento es débil, que hacerlo con la teoría de cuerdas del Tipo I, cuyo acoplamiento es fuerte. Sin embargo, ambas teorías describen exactamente las mismas propiedades físicas.

 

 

 

La evaluación, hasta ese entonces, la coyuntura de la publicación del libro citado, evaluación que describe como panorama general, se define de la siguiente manera:

 

 

… Varios físicos trabajaban en cada una de ellas (en las cinco teorías de las cuerdas), pero sin un entendimiento de las dualidades ellas parecen ser teorías diferentes. Cada una de estas teorías poseía características variables tales como el valor de su constante de acoplamiento y la forma geométrica y los tamaños de las dimensiones arrolladas. Se tenía la esperanza (y se tiene aún) de que estas propiedades definitorias estarían determinadas por la propia teoría, pero sin la capacidad de determinarlas mediante las ecuaciones de aproximación actuales, los físicos habían estudiado naturalmente las propiedades físicas que se deducían a partir de toda una gama de posibilidades… Pero ahora, si aplicamos todas las dualidades que hemos comentado, a medida que hagamos variar los parámetros de acoplamiento y de la geometría, podemos pasar de una teoría a cualquier otra, siempre y cuando incluyamos también la zona central de la Teoría-M, que actúa como unificadora. Aunque sólo tenemos un escaso conocimiento de la Teoría-M, estos argumentos indirectos dan un fuerte apoyo a la afirmación de que esta teoría proporciona un sustrato unificador para nuestras cinco teorías de cuerdas, a las que ingenuamente habíamos considerado distintas. Además, hemos averiguado que la Teoría-M está estrechamente relacionada con una sexta teoría - la supergravedad de once dimensiones[15] -.

 

 

 

El autor encuentra una característica sorprendente de la teoría M, que denomina la democracia en extensión:

 

 

 

Por consiguiente, la imagen que hemos de retener es la siguiente. En la región central, tenemos una teoría cuyos ingredientes fundamentales no son precisamente cuerdas o membranas, sino «branas» de una variedad de dimensiones, todas ellas más o menos en condiciones de igualdad. Actualmente, no tenemos un dominio firme sobre muchas características esenciales de esta teoría completa. Pero algo que sí sabemos es que cuando nos desplazamos de la región central hacia cualquiera de las zonas peninsulares, sólo las cuerdas (o las membranas arrolladas cuyo aspecto es cada vez más el de las cuerdas) son lo suficientemente ligeras como para entrar en contacto con la física tal como la conocemos – las partículas de la Tabla y las cuatro fuerzas mediante las cuales interaccionan -. Los análisis perturbativos que los especialistas en cuerdas han utilizado durante cerca de dos décadas no se han refinado lo suficiente para descubrir ni siquiera la existencia de los objetos extendidos de enorme masa que se podrían encontrar en otras dimensiones; las cuerdas dominaban los análisis y a la teoría se le dio el poco democrático nombre de teoría de cuerdas. Una vez más, en esas regiones estamos habilitados, por la mayor parte de las consideraciones, para ignorar todo salvo las cuerdas. En esencia, es lo que hemos hecho hasta ahora en este libro. Sin embargo, ahora vemos que en realidad la teoría es más rica que cualquier otra que se haya imaginado anteriormente[16].

 

 

 

La exposición deja la impresión que la voluntad de conformar la teoría unificada ha avanzado por la perspectiva de la teoría de las cuerdas. Que esta teoría ha logrado, por lo menos, abrir senderos para unificar la explicación de la fuerza de la gravedad y la explicación de las otras fuerzas fundamentales del universo. Además, por este camino, las investigaciones matemáticas, topológicas y teóricas físicas, descubren otras dimensiones, que denominan enrolladas, con lo que, no solamente se ayuda a la solución de problemas pendientes y a la unificación teórica, sino se devela una complejidad mayor del pluriverso.

 

 

 

 

La complejidad de la complejidad

 

 

Vamos a usar una manera de titular de Edgar Morin, sobre todo por la redundancia, que al redundar no significa lo mismo que la palabra que se repite, sino al duplicar el significado, al otorgarle una segunda potencia, hace emerger un sentido mayor, profundo, con alcances, por lo menos en pretensión, más explicativos. La física de la física, la vida de la vida, la sociedad de la sociedad, fueron títulos de parte de los tomos de su obra El método. Nos parece apropiado poner una redundancia como subtítulo. La complejidad de la complejidad como que muestra que no basta con describir la complejidad misma, es decir la realidad, sus dinámicas entrelazadas de sus acontecimientos imbricados, sino que es necesario comprender el funcionamiento complejo mismo de la complejidad. Hay otras implicaciones semánticas; empero, no interesa la que hemos mencionado.

 

 

Nos interesa concentrarnos, por así decirlo, en el mapa de la complejidad, mejor dicho, en la geometría o geometrías de la complejidad, hasta podría ser más adecuado nombrar como topologías de la complejidad. Esto tiene que ver con las dimensiones enrolladas, conjeturadas por la teoría de las cuerdas. Las topologías de las dimensiones enrolladas configuran una complejidad mayor del universo o pluriverso, estudiado por la física. No solo estamos ante el universo concebido, por la experiencia, como de tres dimensiones espaciales y una dimensión temporal. Incluso, podríamos decir, basándonos en las hipótesis topológicas, que no estamos ante el imaginario teórico de otras dimensiones más, posibles matemáticamente; sino ante algo más complejo, las dimensiones enrolladas.

 

 

Resulta que puede concebirse, matemáticamente y por la teoría de las cuerdas, dimensiones enrolladas; es decir, dimensiones que se enrollan, disminuyendo sus dimensiones, pero conformando como otros universos. Dimensiones enrolladas, donde lo pequeño comparativo con lo grande, ya sea en la dimensión plana o la dimensión tridimensional, incluso en la dimensión unilineal, no es válido, pues lo imaginable infinitesimalmente pequeño, puede ser, mas bien, un enrollamiento dimensional, convirtiendo lo pequeño en un universo, con sus propias magnitudes, espaciamientos y distancias.

 

 

Ciertamente, hay más complejidades, como la de la probabilidad de los acoplamientos de las cuerdas; que adquieren una connotación teórica si están por debajo del valor uno del acoplamiento, u otra connotación si el valor del acoplamiento es superior a uno, incluso si llega a uno. Sin embargo, vamos a dejar esta complejidad y otras mencionadas en la cita de Greene. Nos interesa, las posibles implicaciones de las dimensiones enrolladas en la ecología y en el análisis social.

 

Por la genética, después por la biología molecular, sabemos de la complejidad de la información genética, así como los funcionamientos calculados, sí como hermenéuticos, codificando y decodificando químicamente. Entonces, sabemos de otros mundos contenidos en el mundo efectivo experimentado.  Podríamos llamar a estos mundos, usando la terminología física de la teoría de las cuerdas, mundos enrollados. La genética orgánica es un ejemplo de estos mundos enrollados. Las memorias guardadas y enriquecidas constantemente, la información contenida, la incidencia permanente en la reproducción de las especies, nos evidencia la importancia primordial de estos mundos enrollados. Al final, si comparamos, las dos composiciones componentes de la combinación de los seres orgánicos, la filogenética y la ontogenética, podemos cerciorarnos claramente, que la composición fundamental es la filogenética. Esta es la composición continua, casi eterna, de la vida. En cambio, la composición ontogenética, es discontinua y mortal. Contingente. Pareciera que los seres, en su condición ontogenética, que no es la una condición en la que se encuentran, pues la filogénesis forma parte de su composición, estamos para informar a la gran memoria genética. Transmitimos información desde a experiencia de los cuerpos.

 

 

Las denuncias ambientalistas y ecologistas sobre la contaminación y depredación, por lo tanto, destrucción alcanzadas, en el sistema-mundo, quedan pequeñas, ante la evidencia que lo que se destruye no son solamente especies, formas de vida, biodiversidad, sino mundos enrollados, con toda su complejidad. La depredación humana, entonces, llega muy lejos.

 

 

Desde la perspectiva de la tesis de las dimensiones enrolladas, en ecología compleja, de los mundos enrollados, podemos visualizar la complejidad enrollada que sostiene el funcionamiento de la complejidad del mundo efectivo, que experimentamos. Es más, como dicen los físicos cuánticos, nuestras dimensiones conocidas pueden ser aparentes. ¿Cómo sabemos que no formamos parte de un universo enrollado? Incluso, si no fuera así, si estamos en un pluriverso que tiene más de cuatro dimensiones, ¿cómo sabemos que somos lo que vemos, lo que identificamos, como cuerpos presentes? ¿Si formamos parte, por ejemplo, de once dimensiones, nuestros cuerpos, acaso no se extienden, incluso en las dimensiones desconocidas? Aunque o tengan respuesta estas preguntas, son pertinentes.

 

 

Las preguntas hechas son pertinentes, pues requerimos tener una aproximación mayor a la complejidad, sinónimo de realidad. Si actuamos e incidimos en la realidad, por más que sea un recorte de la realidad efectiva integral, necesitamos saber cómo lo hacemos, desde que planos y espesores de intensidad, desde que mundos, incluyendo a los mundos enrollados, desde que dimensiones, incluyendo a las dimensiones enrolladas.

 

¿Por qué complicarse tanto con esto de la complejidad, más aun de la complejidad de la complejidad? No es, como hemos hecho notar en ensayos anteriores, un gusto por el conocimiento o la erudición, tampoco un placer del saber. La sobrevivencia humana requiere resolver problemas que enfrenta. Para hacerlo no puede encaracolares en sus cuatro verdades adquiridas, y embarcarse un tranquilo sueño de trece barcos, como recita Federico García Lorca. Esto sería una opción por su propio suicidio. Para resolver los problemas que enfrenta, requiere comprender la complejidad integral del pluriverso, la forma singular como aparece esta complejidad en el planeta. Requiere actuar desde una comprensión compleja de la complejidad misma. Requiere saber por qué actúa como actúa, por qué tiene la potencia que tiene, aunque no la use toda, por qué dispone de las fuerzas que dispone. Además, claro está, requiere conocer los efectos de sus actividades, actuaciones y prácticas, por lo menos en el planeta.  No solamente como descripción de estragos, sino como comprensión de la incidencia y el impacto causados en el planeta, comprendiendo sus dimensiones experimentadas; pero, también sus dimensiones enrolladas.

 

 

La responsabilidad de la humanidad va más allá de solamente resolver los problemas acumulados y pendientes de las sociedades, que es ciertamente ya una tarea imprescindible, que no está resuelta. Su incumbencia en el planeta, en la biodiversidad, en los ciclos vitales, en el Oikos de otras sociedades organizas, en las dinámicas de los ecosistemas y en las complejidades ecológicas, hace que su responsabilidad sea mayor; por lo menos su responsabilidad es con el planeta, sin hablar de sus relaciones con el pluriverso.

 

Visto de esta manera, desde esta perspectiva y desde los enfoque puestos en juego, se observa la miseria de los pleitos de las sociedades humanas institucionalizadas, de sus estados, de sus gobiernos, de sus ideologías, de sus pequeñas verdades, blandidas como finalidades. Nada de esto tiene sentido, resultan absurdos. Ninguno de los proyectos o grandes objetivos propuestos adquiere valor o sentido, ante el acontecimiento integral de la existencia, el pluriverso, y el acontecimiento integral de la vida, por lo menos, de acuerdo a lo que se constata, en el momento, el planeta Tierra. Sus peleas son peleas miserables. Lo que ha hecho hasta ahora no está a la altura del acontecimiento de la existencia y del acontecimiento de la vida. ¿Prefiere auto-engañarse y creerse el centro y fin de un universo inventado? ¿Prefiere continuar con sus juegos de poder, que expresan las limitaciones impuestas por sus instituciones idolatradas y sus estados mistificados? En otras palabras, ¿prefiere hundirse en la ilusión de sus narrativas, donde se hace héroe o, contestatariamente, antihéroe, al final protagonista de una trama, que inventa? ¿Por qué no aprende de la complejidad integral y dinámica? ¿Por qué no participa de los ciclos vitales de la existencia y de la vida, optando por el narcisismo y hedonismo donde se regocija con placeres banales? ¿Quiere, en el fondo desaparecer, porque se siente incapaz de actuar en el acontecimiento del pluriverso, oportunidad de ser entre todos los seres?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las cuerdas y las sinfonías del multiverso

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Qué son las cuerdas? Sabemos que es la hipótesis matemática, que busca resolver la interpretación de la gravedad y su vinculación con la física relativista, además de lograr la conformación de la teoría unificada, que integre la explicación de los campos de fuerzas fundamentales[17]. Esto lo hemos comentado y expuestos en anteriores ensayos[18]. Empero, las cuerdas siguen siendo tomadas como algo exterior a la física, como ciencia, así como lo fueron las partículas infinitesimales cuánticas, los átomos y las moléculas. A pesar del sisma de la física, con la teoría general de la relatividad, después, con la revolución de la física cuántica; a pesar de convertirse la física relativista y cuántica en el nuevo zócalo de la episteme compleja; este zócalo epistemológico y su revolución científica, contando con sus desplazamientos epistemológicos y sus rupturas epistemológicas, todavía considera, incluso a las cuerdas, como algo externo; como si no nos pasara lo mismo a nosotros, que estamos constituidos por cuerdas, por partículas infinitesimales, cohesionadas por fuerzas fundamentales, conformando moléculas; las macro-moléculas creando la vida, en sentido biológico, además de las masas molares, en océanos inmensos de materia y energía oscura[19].

 

En otras palabras, la física contemporánea, a pesar de sus maravillosas y revolucionarias teorías, apoyadas por investigaciones, además de simulaciones en computadoras, sigue manteniendo la herencia objetivista de la episteme moderna. Proponemos, en atrevida audacia, hasta especulativa y poco solventada, que es indispensable dejar esta herencia objetivista a un lado. Considerar a las cuerdas, las partículas infinitesimales, los átomos, las moléculas; así como los campos de fuerzas fundamentales; también las masas molares, la materia y la energía luminosa y oscura, las formas de vida, en sentido biológico; como acontecimientos, que también nos pasa a nosotros. Nada ajenos, ni exteriores, sino propios.

 

Desde esta perspectiva, que hemos llamado compleja e integral, las cuerdas, las partículas infinitesimales, los átomos, las moléculas, las fuerzas fundamentales, también tienen que considerarse como propias, como acontecimientos que nos pasan. En este sentido, la metodología de investigación cambia, pues no trata con objetos, sino con experiencias – usando el término metafóricamente - de la materia y de la energía, que también constituyen nuestros cuerpos. Como hemos dicho varias veces, en locuciones de hipótesis interpretativas, también de hipótesis prospectivas, que de lo que se trata, más que de conocer, es de comunicarse con los seres del multiverso[20].

 

La interpretación de las cuerdas, aunque sean una metáfora y una hipótesis matemática, requiere de comunicaciones con estos acontecimientos cuánticos, que conforman con los acontecimientos molares, en la integralidad de la simultaneidad dinámica del tejido espacio-tiempo. La interpretación requiere preguntar a las cuerdas sobre sus dinámicas; en otras palabras, preguntar a la experiencia no-evocativa de los cuerpos, en las dimensiones cuánticas, sobre la complejidad del funcionamiento de las cuerdas. Esto no descarta, de ninguna manera, las investigaciones físicas, las investigaciones teóricas y las investigaciones matemáticas; todo lo contrario. Sencillamente, es otra metodología complementaria, si se quiere, otra hermenéutica, de apoyo. Que no sabemos qué utilidad tendrá. Pero, requerimos, por lo menos, abandonar el dualismo, preservado todavía, de esa frontera ficticia de interior/exterior. Es posible, que lo que decimos sea una propuesta inconsistente; sin embargo, es indispensable probarla. Sobre todo, cuando la episteme compleja parece reclamarla[21]

 

En este sentido, vamos a sugerir nuevas hipótesis especulativas, para definir interpretaciones prospectivas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Nuevas hipótesis especulativas y preguntas

 

1.   Las cuerdas, independientemente si se cambia de nombre, por lo tanto, de concepto, que, según la teoría de las cuerdas, son la última composición infinitesimal – no hablamos de unidad -; si fuese así, son la base no-material de la materia del pluriverso.

 

2.   No mencionamos la energía, no dijimos que las cuerdas son la base no-energética de la energía, pues este enunciado no estaría claro. ¿Cómo vibran las cuerdas?; ¿sin energía?

 

 

3.   Cuando hablamos de energía; ¿es anterior o posterior a la composición y combinación de las fuerzas fundamentales?

 

4.   Si las cuerdas crearan energía, como se supone que crean materia; ¿con que fuerza o potencia crean energía?

 

 

5.   Si bien se puede suponer que hay distintas formas de energía, en distintos niveles de complejidad, esta conjetura no resuelve el problema planteado por las preguntas.

 

6.   ¿Habría que suponer, en todo caso, una potencia “anterior” a la energía?

 

 

7.   ¿Esta potencia inicial o “anterior” a todo inicio, tiene que ver con la tesis de la equivalencia relativista, con la simetría y la super-simetría cuánticas, con la hipótesis de la teoría de las cuerdas de la inevitabilidad[22]?

 

8.   Una potencia “anterior” a la energía, como atributo de las cuerdas, es difícil imaginar y sostener.

 

 

9.   ¿Qué clase de potencia podría ser?

 

10.       Retomando la hipótesis interpretativa que presentamos en un ensayo anterior, de que la materia es vida, tanto la materia luminosa como la materia oscura; materias que no pueden comprenderse sino como formas compuestas de energía[23]; podemos decir que, además de las asociaciones infinitesimales, que conforman los átomos; composiciones de núcleo y órbitas de electrones, para decirlo esquemáticamente; además de las moléculas y de las masas molares; además de la materia oscura; las cuerdas también son vida, en sentido amplio,  pues se asocian, se acoplan, componen y se combinan.

 

 

11.       La vida, no solo en sentido restringido, biológico, sino como existencia, supone un tipo de sensibilidad, de memoria sensible, además de cálculo, conmensurabilidad e interpretación; así como es definida la vida por la biología molecular. Fuera, claro está, de la sincronía integral del pluriverso[24].

 

12.       Al ser las cuerdas, el acoplamiento de cuerdas, vida, en sentido amplio, de existencia, las cuerdas suponen, también, una forma de memoria sensible. Que ciertamente, como en los demás casos, no- biológicos, no han sido estudiados desde la perspectiva vital, como estudia la biología las formas de vida orgánicas.

 

 

13.        ¿Cómo son estas otras memorias sensibles? Aunque suene a extravagante explicación, nos basamos, en un ensayo anterior, en la hipótesis teórica física del holograma[25]. Donde se conjetura que cada punto de la totalidad contiene la información de la totalidad.

 

14.       En aquél ensayo conjeturamos que se trata de formas virtuales; formas donde la información se almacena, en distintas modalidades virtuales, de acuerdo a las formas de existencia.

 

 

15.       También en el ensayo comentado, dijimos que la pregunta pertinente no es: ¿por qué hay algo en vez de nada?, sino ¿por qué no hay nada en vez de algo? Pues la hipótesis especulativa en la que nos basamos es: la nada solo podría explicarse como una infinita gravedad.

 

16.       Por eso sugerimos la hipótesis prospectiva e interpretativa de que la nada crea todo, cuando disminuye la infinita gravedad

 

 

17.       Nos preguntamos: ¿Por qué disminuye la gravedad infinita? ¿Qué acontecimiento hace que pase esto?

 

18.       Ahora, basándonos en estas conjeturas especulativas, podemos sugerir, hipotéticamente, que cuando ocurre esto, la disminución de la infinita gravedad, emergen las cuerdas.

 

 

19.       La conjetura subsecuente es la siguiente: La disminución de la gravedad infinita da como lugar a la posibilidad de que se fuguen de la nada ciertas no-nadas, como, en este caso, serían las cuerdas.

 

20.       ¿Qué son entonces las cuerdas? ¿Formas primordiales de la disminución de la gravedad infinita? ¿Expulsiones de esta gravedad no-infinita? ¿Otras formas de gravedad – usando el concepto como metáfora para ilustrar aproximaciones -, las que rigen el pluriverso, en sus distintas escalas?  ¿O son definitivamente primordiales formas de energía – también aquí usando el concepto como metáfora -?

 

 

21.       ¿La disminución de la gravedad infinita, la no-nada, genera las primeras formas de energía?

 

22.       Siguiendo el razonamiento especulativo, proponemos, como consecuencia, de que las cuerdas no pueden vibrar, por lo tanto, ser cuerdas, que generan ondas, como notas, que crean las distintas tonalidades de la materia, si no son alguna forma de energía inaugural.

 

 

23.       Las cuerdas, son, entonces, energía; o, si se quiere potencia.

 

24.       La teoría de las cuerdas propone el acoplamiento de las cuerdas; aunque las probabilidades del acoplamiento sean más contingentes, si se quiere, más improbables, cuando el valor del acoplamiento se encuentra debajo de uno. Las probabilidades de acoplamiento aumentan cuando el valor del acoplamiento es de uno; aumentan mucho más cuando el valor del acoplamiento es mayor a uno. En todo caso, las cuerdas tienden a acoplarse, con distintos grados de probabilidad. ¿Por qué lo hacen[26]?

 

 

25.       ¿La energía los empuja a hacerlo o usan la energía para hacerlo?

 

26.       En el primer caso, de alguna manera, estaríamos todavía o cerca de la perspectiva objetivista. En el segundo caso, no es que se ingresa a la perspectiva subjetiva, pues estriamos en el esquematismo dualista, criticado, de objetivismo/subjetivismo, que reproduce el esquematismo positivista objeto/sujeto. Sino, mas bien, estaríamos considerando las cuerdas desde la perspectiva de la vida, en sentido amplio.

 

 

27.       Desde la hipótesis interpretativa y prospectiva propuesta, ¿solo la disminución de la gravedad infinita explica la emergencia de la no-nada o hay otra potencia o energía atrapada en la nada? ¿Cuál es esta potencia o energía, que escapa, al disminuir la gravedad infinita?

 

28.       Llegado a este punto, parece imposible seguir especulando; empero, vamos a forzar un poco más con esta prospección especulativa. No podríamos hablar de algo, pues algo es materia, o asociación de partículas infinitesimales, o composición de fuerzas fundamentales o cuerdas. Tendría que ser un no-algo, una nada, una forma de nada. Una forma de nada atrapada en la nada ocasionada por la gravedad infinita.

 

 

29.       Siguiendo con la especulación, usando un lenguaje no adecuado, esta forma de nada es como posibilidad de energía; energía contenida en esa nada.

 

30.       Por lo tanto, la nada no es una, ni pura, sino plural y compuesta.

 

 

31.       Estamos hablando de no-algo, de nada compuesta, que no es multiverso, no es pluriverso, no es universo, en ninguna escala. Sino es de lo completamente, lo radicalmente distinto, a lo imaginable, incluso, de manera especulativa.

 

32.       En consecuencia, como ya no podemos seguir especulando, porque ya no podemos imaginar nada. Nos quedamos aquí.

 

Algunas conclusiones de la teoría de las cuerdas

 

Brian Greene, en El universo elegante, al concluir el libro, escribe:

 

El gravitón, el paquete más pequeño de fuerza gravitatoria, es un patrón particular de vibración de cuerdas. Y del mismo modo que un campo electromagnético tal como la luz visible está compuesto por un número enorme de fotones, un campo gravitatorio está formado por un número enorme de gravitones, es decir, un número enorme de cuerdas que ejecutan el patrón vibratorio del gravitón. Los campos gravitatorios, a su vez, están codificados en la curvatura de la estructura del espacio-tiempo, lo que nos lleva a identificar la misma estructura del espacio-tiempo con una cantidad colosal de cuerdas que experimentan todas ellas el mismo, metódico, patrón de vibración del gravitón. En el lenguaje técnico, esta colección enorme y organizada de cuerdas que vibran de un modo similar se conoce como un estado coherente de las cuerdas. Se trata de una imagen bastante poética -las cuerdas de la teoría de cuerdas como los hilos de la estructura del espacio-tiempo - pero hemos de observar que su significado riguroso tiene todavía que desarrollarse completamente[27].

 

 

 

Se puede observar que la teoría de las cuerdas supone la existencia de la gravedad a partir de las cuerdas, no “antes”, por así decirlo, como nosotros hemos conjeturado especulativamente, al hablar de la nada como gravedad infinita. Aunque hayamos usado especulativamente la metáfora de la gravedad, de todas maneras, requiere la interpretación hipotética de una corrección. No habría que hablar de gravedad sino de una especie de archi-gravedad o super-gravedad – forzando el lenguaje -, que son otras metáforas; empero, que son figuras diferentes a lo que conceptualmente de denomina gravedad.

 

 

A pesar de que esta hipótesis interpretativa especulativa pueda ser errada e incorrecta, en este caso, su utilidad provisional radica en que nos obliga a pensar la nada. No como lo han hecho la filosofía moderna y la filosofía antigua, a sus maneras, las distintas versiones de nihilismo; sino desde la perspectiva de la complejidad.

 

 

¿Por qué es indispensable pensar la nada? Pues, parece, que no se pueden resolver los problemas que nos plantea la física cuántica, aunque interpretemos este planteamiento de una manera especulativa, si no pensamos la nada, si no la concebimos desde la perspectiva de la complejidad.

 

 

Nuestro propósito no era llegar tan lejos en la especulación, sino, tan solo, queríamos, reflexionar sobre qué son las cuerdas, fuera de ser metáfora melódica de la hipótesis matemática cuántica. Sin embargo, como estamos en dimensiones tan inconmensurablemente, por decir algo, infinitesimales, a pesar de la medida de Planck, tan cerca de la nada, parece obligado pensar en la nada, desde otra perspectiva. 

 

 

Para terminar, en esta parte del ensayo, recordaremos una de nuestras sugerencias, en la perspectiva del pensamiento complejo, de que no hay nada, en contraposición del todo; que esto corresponde al pensamiento dualista, al esquematismo nada/todo. Desde la perspectiva paradójica habría como una integración compleja y simultanea de nada y todo, a la vez. Ciertamente, esta paradoja requiere cambiar de nombres y de conceptos. Para adelantar alguna sugerencia, proponemos hablar de la paradoja de la creación, de la paradoja de la existencia, de la paradoja de la vida. Siguiendo, hablaremos de la paradoja de la transición de la inexistencia a la existencia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 



[1] Ver De los cuerpos y sus tejidos. Corporeidades intensas. La Paz 2016. https://corporeidades-intensas-es.webnode.es/.

[4] Ver La explosión de la vida; también Más acá y más allá de la mirada humana. Dinámicas moleculares; La Paz 2013-15. https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/la-explosion-de-la-vida/. https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/mas-aca-y-mas-alla-de-la-mirada-humana/.

[7] Ibídem.

[8] Ver Dinámicas corporales y ecológicas. Dinámicas moleculares; La Paz 2016. https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/dinamicas-sociales-y-ecologicas/. También ver Dinámicas corporales y sociales. También revisar Dinámicas corporales y sociales. Pensamiento complejo. https://complejidadyrealidad.blogspot.com/2016/04/dinamicas-corporales-y-sociales.html.

[9] Ver de Brian Greene El universo elegante. Drakontos. Crítica; Planeta. Barcelona 2006. https://violetadedios.files.wordpress.com/2011/01/el-universo-elegante-de-brian-greene.pdf.

[10] Ibídem.

[11] Ibídem.

[12] Ibídem.

[13] Ibídem.

[14] Ibídem.

[15] Ibídem.

[16] Ibídem.

[17] Ver de Brian Greene El universo elegante. Drakontos. Crítica; Planeta. Barcelona 2006. https://violetadedios.files.wordpress.com/2011/01/el-universo-elegante-de-brian-greene.pdf.

[18] Ver Dimensiones enrolladas del pluriverso. Pensamiento complejo. La Paz 2016.

[19] Ver La explosión de la vida. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15.

[20] Ver Más acá y más allá de la mirada humana. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15.

[21] Ver Episteme compleja. Dinámicas moleculares. La Paz 2015.

[22] Ver de Brian Greene: El universo elegante. Ob. Cit.

[23] Ver Más acá y más allá de la mirada humana. Ob. Cit.

[24] Ver Sincronización integral. Dinámicas moleculares. La Paz 2016.

[25] Ver La explosión de la vida. Dinámicas moleculares. La Paz 2013-15.

[26] Ver de Brian Greene: El universo elegante. Ob. Cit.

[27] Ob. Cit.

 

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Contacto

Dinámicas moleculares

Andrés Bello 107
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La Paz-Bolivia


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Comunicado

Pluriversidad Oikologías

Proyecto emancipatorio y libertario de autoformación y autopoiesis

 

 

Diplomado en Pensamiento complejo:

Contrapoder y episteme compleja

 


 

Pluriversidad Libre Oikologías

Proyecto emancipatorio y libertario de autoformación y autopoiesis

 

 

Diplomado en Pensamiento complejo:

Contrapoder y episteme compleja

 

 

Objetivo del programa:

Umbrales y limites de la episteme moderna, apertura al horizonte nómada de la episteme compleja.

 

Metodología:

Cursos virtuales, participación virtual en el debate, acceso a la biblioteca virtual, conexión virtual  colectiva. Control de lecturas a través de ensayos temáticos. Apoyo sistemático a la investigación monográfica. Presentación de un borrador a la finalización del curso. Corrección del borrador y presentación final; esta vez, mediante una exposición presencial.

 

Contenidos:

 

Modulo I

Perfiles de la episteme moderna

 

1.- Esquematismos dualistas

2.- Nacimientos de del esquematismo-dualista

3.- Del paradigma regigioso al paradigma cientifico 

4.- Esquematismo ideológico

 

Modulo II

Perfiles de la episteme compleja

 

1.- Teórias de sistemas

2.- Sistemas autopoieticos 

3.- Teorías nómadas

4.- Versiones de la teoria de la complejidad

 

Modulo III

Perspectivas e interpretaciones desde la complejidad

 

1.- Contra-poderes y contragenealogias 

2.- Composiciones complejas singulares

3.- Simultaneidad dinámica integral

4.- Acontecimiento complejo

 

Modulo IV

Singularidades eco-sociales 

 

1.- Devenir de mallas institucionales concretas

2.- Flujos sociales y espesores institucionales

3.- Voluntad de nada y decadencia

4.- Subversión de la potencia social

 

 

Temporalidad: Cuatro meses.

Desde el Inicio del programa hasta la Finalización del programa.

Finalizaciones reiterativas: cada cuatro meses, a partir del nuevo inicio.

Defensa de la Monografía. Defensas intermitentes de Monografías: Una semana después de cada finalización.



Leer más: https://dinamicas-moleculares.webnode.es/news/estudios-del-presente/
Inscripciones: A través de la dirección: 

raulpradaa@hotmail.com

Pluriversidad Oikologías

Avenida Andrés Bello. Cota-Cota. La Paz.

Teléfono: 591-69745300

Costo: 400 U$ (dólares).

Depósito:

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